¿Qué es el método Pilates?

El Método Pilates (MP), es un sistema de ejercicio terapéutico. Según Taylor et al. (2007) «el ejercicio se puede definir como la prescripción de un programa de actividad física que involucra al paciente realizando una contracción muscular voluntaria y/o movimiento corporal con el objetivo de aliviar los síntomas o mejorar la función, o mejorar, retener o ralentizar el deterioro de la salud.»

Además, el ejercicio terapéutico es una de las pocas herramientas que tenemos los fisioterapeutas cuyo efecto beneficioso en numerosas patologías está respaldado por la bibliografía científica.

En su revisión Taylor et al. (2007) llegan a la siguiente conclusión: «La prescripción de ejercicio es una habilidad central de los fisioterapeutas que unifica tres de las principales dimensiones de la práctica de fisioterapia (Jensen et al 1999): manejo de trastornos del movimiento, conocimiento de regímenes y dosis de ejercicio, y habilidades de razonamiento clínico para asegurar que los ejercicios son óptimos para el individuo. Este resumen de revisiones sistemáticas proporciona evidencia de que el ejercicio terapéutico es efectivo en una amplia gama de prácticas de fisioterapia.»

En concreto la bibliografía sobre Pilates disponible en la actualidad es amplia y en gran número de temas: dolor (sobre todo en raquialgias), efectos en la salud de la mujer, efectos psicológicos, activación muscular, etc.

Principios básicos del método pilates

Todos los principios del método Pilates se pueden adaptar a otras disciplinas de ejercicio terapéutico o funcional.

  1. Respiración
  2. Alineación
  3. Centralización
  4. Concentración
  5. Fluidez
  6. Precisión y Control

Todos los ejercicios que están indicados a continuación para enseñar los principios básicos se pueden utilizar para un paciente o una sesión en grupo.

respiración

Respiración costal baja buscando una sensación de «costillas abiertas». Ayuda a la activación de la musculatura estabilizadora de tronco: diafragma, transverso abdominal, multífidos y suelo pélvico.

La inspiración se realiza por la nariz y la espiración por la boca. Inspiración abriendo las costillas y espiración larga y resistida (algunas escuelas de pilates hacen la espiración con un «vaho» y otras pronunciado una «f»).

Evitar que el paciente eleve los hombros hacia las orejas y que fuerce la musculatura accesoria de la respiración en el cuello.

  • Práctica de distintos tipos de respiración: abdominal, torácica y costal baja. 
  • Práctica de la respiración costal baja atendiendo a lo anterior.

Alineación

Posición neutra de pelvis: Para comprobarlo podemos colocar el talón de las manos en las EIAS, los pulgares se apuntan sobre nuestro abdomen y el resto de los dedos apuntan hacia el pubis. De esta forma hacemos un triángulo con nuestras dos manos en el que EIAS y pubis deben quedar en el mismo plano. Esto implica una curvatura lumbar propia de cada paciente que debe mantener en los ejercicios que no requieran movilización de columna.

Práctica de:

  • Retroversión y anteversión de pelvis. 
  • Arcos de fémur: mantener la pelvis neutra con el movimiento de piernas.

Posición de escápulas: Las escápulas deben estar estables y móviles durante los ejercicios, «conectadas». 

Práctica de:

  • Movilización escapular en supino: elevación y descenso; protracción y retracción.
  • Arcos de brazos (llevar brazos atrás en supino).
  • Iniciación a cuadrúpedia, solo brazos. 

Columna: En todos los ejercicios buscamos una sensación de ELONGACIÓN («como si quisiéramos crecer desde la coronilla», en caso de que estemos de pie podemos pedir al paciente que empuje con los pies el suelo). La elongación nos ayuda a la activación de la musculatura estabilizadora de tronco y a la alineación general.

  • Movimiento de la columna con la respiración: inspiración elongación/rectificación suave de las curvas, espiración relajación. 
  • Puente: movilidad de columna.

CENTRALIZACIÓN​

Buscamos la activación refleja del core en los ejercicios. Lo conseguimos a través de la respiración y la elongación unido a los ejercicios. Podemos incluir desequilibrio de diversas formas para aumentar la activación del core.

También es interesante enseñar la activación voluntaria de suelo pélvico y transverso abdominal. Podemos pedirle al paciente que contraiga la musculatura del suelo pélvico como si quisiera retener la orina o cortar la micción y que contraiga el transverso abdominal metiendo o aplanando el abdomen.

 

CONCENTRACIÓN

Atención plena en cómo realizamos los movimientos. La visualización del movimiento ayuda a activar la musculatura que vamos a trabajar con cada ejercicio.

FLUIDEZ

La agilidad predomina sobre la velocidad. Evitar movimientos bruscos o entrecortados.

pRECISIÓN Y CONTROL

Movimientos de calidad frente a cantidad de movimientos. Haremos menos repeticiones, pero serán precisas y controladas en cuanto a la activación muscular y teniendo en cuenta el resto de los principios básicos.

INDICACIONES PARA LA PRÁCTICA

Por los múltiples beneficios que aporta el ejercicio terapéutico, y en concreto el Pilates, podemos adaptar los ejercicios casi a cualquier tipo de paciente. En muchos casos desde la Fisioterapia utilizamos el MP para tratamiento de las patologías de raquis, hipotonía abdominal y/o de suelo pélvico o inestabilidad articular. Sin embargo, se van a beneficiar del método paciente sanos o con un amplio abanico de patologías (podéis ampliar la información en la bibliografía).

Podemos diseñar sesiones para un solo paciente o realizar clases en grupos pequeños.

CONTRAINDICACIONES PARA LA PRÁCTICA

En general serán CI relativas, pues en la mayoría de los casos nos impedirán hacer uno o varios ejercicios concretos o tendremos que hacer alguna modificación.

 

  • Presencia de dolor.
  • Falta de control motor.
  • Lesiones o cirugías recientes.
  • Osteoporosis.
  • Problemas cardiovasculares.
  • Embarazo.

En AF Cocah´s de la Salud somos más que tus entrenadores personales. Cualquier pregunta no dudes en contactarnos.






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